También como parte de su crecimiento ya tendrá la capacidad de querer comer con cubiertos y aunque al principio le cueste un poco, con el tiempo logrará su fin.
En esta fase es importante incluir en su dieta alimentos como carnes, legumbres, huevo, pescado, cereales, leche y derivados, así como evitar los alimentos altos en grasas y calorías o con mucha azúcar, pues desde esta etapa es importante empezar a crear hábitos saludables en familia.
A partir de ahora el niño empezará a consumir aproximadamente 4 comidas al día que incluyen: desayuno, comida, colación y cena, en promedio puede requerir entre 1000 y 1200 calorías al día, sin embargo, cada niño es diferente y es importante que un profesional de la salud evalúe sus requerimientos nutricionales. Si bien verás que, aunque el niño está un poco más grande, debes saber que las porciones de sus comidas seguirán siendo pequeñas, no apresures su proceso de alimentación y deja que sea él quién te guíe y te diga hasta dónde puede comer.
Además, los encuentros familiares en la mesa serán fundamentales para su desarrollo y hábitos alimentarios, pues esto hará que el niño vaya creando conciencia de empezar a generar rutinas en su alimentación, así como la de una higiene dental después de cada comida.
Así que, aunque esta etapa pueda ser un poco complicada ya que tu hijo empezará a decir que “no” a muchas comidas o sencillamente siempre querrá comer lo mismo, no te desesperes, tenle paciencia y síguele ofreciendo variedad de alimentos y verás cómo los irá asimilando poco a poco.
Ref: http://www.fao.org/3/y5740s/y5740s11.pdf - www2.ed.gov